¿Podemos mejorar la calidad de vida a través de la logopedia?
Si tuviera que describir cual es el objetivo principal de mi trabajo, diría que favorecer una mejor calidad de vida mediante las herramientas que brinda la logopedia. En el artículo anterior os compartía lo que significa para mí trabajar desde un enfoque biopsicosocial. Una visión muy ligada al concepto de calidad de vida.
Mis pacientes tienen en común que han decidido buscar una solución a un aspecto que les dificulta en su vida diaria. Esa dificultad, por muy pequeña que sea, en ocasiones puede influir negativamente en otras áreas de la vida.
Por ejemplo, puede ser el caso de una persona que pierde la voz con frecuencia. Si es alguien que le gusta mucho hablar y socializar, puede empezar a reducir sus reuniones sociales por la incomodidad que le genera esa situación.
“Por tanto, si de verdad quiero promover la calidad de vida, no puedo focalizarme exclusivamente en objetivos clínicos»
Pongo otro ejemplo. En el caso de una parálisis facial, está claro que mi trabajo se centrará en favorecer la movilidad de la musculatura facial. Sin embargo, no puedo perder de vista que una parálisis facial influye directamente en el autococepto de la persona y por tanto, en su bienestar emocional.
Con esto no quiero decir, que me vaya a dedicar a una terapia psicológica. Se trata más bien de dejar espacio para que se manifieste el duelo de la pérdida. No es fácil identificarte con un rostro inexpresivo y mucho menos volver a mostrarte al mundo de esa manera. Por tanto, una buena rehabilitación logopédica, también ayudará a una mejora de la autoestima.
¿Se puede “medir” la calidad de vida?
Está claro que el bienestar personal tiene una percepción muy subjetiva. Sin embargo, existe un acuerdo entre quienes han investigado el término calidad de vida. Yo suelo tener como referencia el modelo de Schalock y Verdugo (2002), ya que reflejan de forma muy clara lo amplio que es el término calidad de vida. En su propuesta podemos identificar unas dimensiones y unos indicadores que componen el bienestar personal. Las dimensiones se refieren a las diferentes áreas en las que las personas desarrollamos nuestra vida y los indicadores ayudan a identificar la calidad en cada una de esas áreas. En otra entrada del blog os compartiré un poco más sobre esto.